Formulas artificiales

Formulas Artificiales

La leche materna es el mejor alimento para su hijo. El objetivo de la fórmula para la alimentación es el de reemplazar a la leche materna cuando la madre no emplea la alimentación al pecho. No todas las formulas son iguales y recomendables como sustituto, la tecnología e investigación hará que su pediatra recomiende la mejor

La lactancia artificial requiere tiempo, paciencia, un estricto respeto de las normas higiénicas, una atenta vigilancia de las necesidad del niño y, tan esencial como todo ello, una buena dosis de cariño, mimos y sonrisas. La técnica adquiere en este caso una enorme importancia, ya que hay muchos puntos a tener en cuenta: que el biberón este a la temperatura adecuada, que el flujo de leche sea exacto, que la postura del menor sea la apropiada..Y todo ello sumado a que el menor hambriento, esta impaciente y tiende a enojarse ante cualquier inconveniente o retraso. Por eso, precisamente, es fundamental actuar con calma y lograr un ambiente relajado y acogedor que mitigue tanto su ansiedad como su apetito.

El papel del padre
Acá el papel del padre adquiere una dimensión especial cuando se trata de la lactancia artificial: no existe ningún impedimento físico, como en el caso de la lactancia natural, para que un padre cariñoso no pueda responsabilizarse de las tomas, compartiendo tan laboriosa pero grata tarea con su señora esposa.

No solo alimentos, además mucho cariño
Alimentar al menor con biberón no debe estar exento de todo el amor y cariño que requiere ese momento.
En cada toma, no solo se proporciona nutrientes, sino también multitud de estímulos y, sobretodo, amor.
No se puede, por tanto, llevar a cabo esta delicada tarea a la ligera de forma mecánica, exclusivamente para calmar el apetito del niño: el acto de dar la mamadera ha de constituir un espacio dedicado, también a la comunicación, al fortalecimiento de los vínculos afectivos entre los padres y su hijo, un momento pleno de contacto físico, caricias y besos, de miradas y palabras cariñosas que la criatura seguramente sabrá comprender.

Dar biberón no es ser una mala madre
Uno de los inconvenientes de los biberones es que a algunos niños les da alergia, pero eso les pasa a muy pocos y también hay leches especiales para ellos. Otro es que no llevan defensas, y aunque eso se lo pone más fácil a los microbios, poco quiere decir que tomando biberón un bebé se vaya a infectar así como así, pues las defensas más importantes también son del niño y no todo son las de la leche. También es posible equivocarse al prepararlos, o forzar al menor a tomar más de la cuenta, pero el remedio está claro.

Es decir, que nada de acomplejarse, que nos podemos criar perfectamente con biberón, sobre todo si lo das con cariño. Porque la buena compañía es fundamental, y cualquiera prefiere tomarse una hamburguesa de plástico en un boliche hablando con los amigos, que estar triste y solo en un restaurante de lujo, aunque le den un filete de primera. Entre darle de mamar pensando en las fantasías o viendo la tele sin hacerle ni caso, y dar un biberón teniéndolo cerca del pecho y pendiente de el, casi se queda con lo segundo.

Pero tampoco vamos a engañamos: aunque los biberones no sean malos, mamar es y será siempre lo mejor, y si los dos hacéis caso de lo que ahora se explica, seguro que su hijo se va a poder criar al pecho.