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 Problemas de la lactancia (Niño)

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Problemas de la lactancia (Niño) Empty
MensajeTema: Problemas de la lactancia (Niño)   Problemas de la lactancia (Niño) EmptyLun Dic 14, 2009 8:18 pm

Prensión o Succión Ineficaz
Durante la lactancia, el bebé tiene que succionar eficazmente para obtener la leche que necesita con el fin de aumentar de peso y "avisar" a los senos que deben aumentar o mantener la producción de leche. Por la tanto, si la extracción de leche no es eficaz puede que el bebé no aumente de peso como corresponde debido a que la cantidad de leche que consume no es la adecuada; como resultado, el volumen de leche producida disminuye.

Existen diferentes factores que pueden afectar a la capacidad del bebé de succionar y extraer leche. El hecho de que el bebé nazca prematuramente, la administración de medicamentos a la madre durante el parto y condiciones como el síndrome de Down pueden hacer que, en principio, el sistema nervioso del bebé tenga dificultades para permanecer en estado de alerta o coordinar las acciones de succión, deglución y respiración. También puede ser que condiciones agudas de salud, como la ictericia o la infección, y condiciones crónicas como defectos cardiacos, afecten al nivel de alerta del bebé o a su capacidad de succión. Cuestiones "mecánicas", como el labio leporino o el paladar hendido, podrían interferir en forma directa con la capacidad del bebé de emplear las estructuras de la boca para lograr una succión efectiva.

A veces, la causa es evidente pero a menudo no lo es. No obstante, es importante reconocer las señales que indican que un bebé no puede extraer leche de manera efectiva durante la lactancia, a fin de tomar las medidas adecuadas para remediar cualquier problema. Las señales de succión ineficaz pueden incluir las siguientes:

El bebé que consistentemente:

No se despierta por sí solo para dar señales de que necesita alimentación ocho o más veces en 24 horas.
Da señales de que desea recibir alimento 14 o más veces en 24 horas.
Se prende y luego se desprende del seno repetidamente.
Se aleja o se rehusa a prenderse.
Se queda dormido a los cinco minutos de prenderse o después de haber succionado por sólo dos o tres minutos.
No succiona de manera casi continua durante los siete a diez primeros minutos de mamar.
Sigue succionando sin desprenderse por sí mismo del primer seno después de 30 ó 40 minutos.
Succiona durante más de 45 minutos sin mostrarse satisfecho después de comer.
Defeca menos de tres veces en 24 horas al final de la primera semana (durante las primeras cuatro a ocho semanas).
Tiene gases y produce heces verdes y espumosas después de la primera semana.
Moja menos de seis pañales en 24 horas en la primera semana.
Tiene dificultades para tomar leche por otros métodos alternativos de alimentación.
La madre:

Que tiene moretones o dolores persistentes en los pezones o aréolas.
Cuyos pezones se encuentran enrojecidos, raspados o agrietados.
Que observa con frecuencia malformaciones en los pezones luego de dar el pecho (es decir, pliegues o aplanamiento).
Que rara vez o nunca observa que sus senos se llenan antes de amamantar y se ablandan después de hacerlo, en especial, si transcurren varias horas entre tomas.
Que experimenta más de un episodio de conductos obstruidos o mastitis.
Cómo ayudar en el proceso de la lactancia:
Si las dificultades para que el bebé se prenda o succione persisten más allá de los primeros días posteriores al parto, puede resultar desalentador. Aunque la mayoría de los bebés aprenden a mamar eficazmente si se les da el tiempo que necesitan, resulta importante trabajar junto con el pediatra y un especialista en lactancia acreditado (su sigla en inglés es IBCLC) cuando el bebé tiene dificultades para succionar. Hasta que desaparezca el problema, existen varias medidas que usted puede tomar para ayudar a que el proceso de lactancia evolucione, y asegurarse, a la vez, de que su bebé obtenga el alimento suficiente. Consulte siempre con el pediatra para obtener más información.

Despierte al bebé para amamantarlo cada dos o tres horas si está "somnoliento" y aún no domina las señales de hambre.
Es probable que el bebé succione mejor algunas veces y otras no. No se desaliente si está muy somnoliento o parece olvidar lo aprendido de una alimentación a otra.
Algunas tomas durarán más que otras, y es posible que el bebé necesite tiempo para "ponerse en marcha" en el seno en algunas ocasiones.
Si el bebé se va quedando dormido poco después de empezar a succionar, masajee el seno con movimientos hacia abajo y hacia adentro para hacer fluir leche a la boca del bebé.

Lleve un registro diario de la cantidad, volumen y color de la orina y las heces cada vez que cambie el pañal.
Utilice una bomba eléctrica de uso hospitalario para extraer leche y asegurarse de extraer la leche. Extraiga la leche durante varios minutos después de haber dado el pecho. El tiempo que deberá seguir recurriendo a la bomba depende de lo que el bebé tarde en aprender a mamar eficazmente.
Pese al bebé con regularidad o lleve un registro del peso antes y después de amamantar al bebé, una vez o más por día.
Ofrézcale más calorías dándole al bebé primero la leche que se haya extraído, o bien fórmula infantil recetada según como evolucione la lactancia. La cantidad suministrada y el método de alimentación alternativo que se utilice deben cambiar a medida que aumente la capacidad de succión del bebé.
Ciertos dispositivos de lactancia o métodos de alimentación alternativos pueden alentar la succión eficaz o proporcionarle al bebé nutrición suplementaria durante el proceso de aprendizaje de la lactancia. Si bien para cada situación puede resultar más ventajoso un dispositivo específico, cada dispositivo tiene también desventajas. Para evitar errores, cualquier dispositivo de lactancia debe utilizarse con la guía de un especialista en lactancia acreditado (IBCLC). Entre los dispositivos que pueden resultar de ayuda en determinadas situaciones se incluyen los siguientes:
Protector de pezones
Se ha comprobado que el empleo de un protector de pezones delgado de silicona o látex, que se ubica sobre el pezón y la aréola, ayuda a que algunos bebés se prendan mejor, desarrollen un patrón más eficaz de succión y tomen más leche durante la lactancia.
Sistema de tubo de alimentación
Se puede pegar con cinta adhesiva un sistema de tubo de alimentación al seno o al dedo para que el bebé reciba una cantidad adicional de leche a través del tubo cuando succione. Si se adosa un tubo de alimentación delgado a una jeringuilla y se pega con cinta adhesiva al seno o al dedo (alimentación por dedo), usted u otra persona que la ayude puede presionar con suavidad el émbolo para que caigan algunas gotas de leche en la boca del bebé cuando se "olvide" de succionar. También se encuentran disponibles los sistemas de sonda de alimentación comerciales.
Métodos de alimentación alternativos
Además de los sistemas de tubo de alimentación, existen otros métodos de alimentación alternativos que aseguran que el bebé obtenga alimento suficiente, aunque es más probable que interfieran con la lactancia a largo plazo. Entre ellos se incluyen la alimentación con taza, alimentación con jeringuilla, alimentación con cuchara y alimentación con gotero. Si se utiliza biberón, es conveniente utilizar chupones (tetinas) en los que la leche fluya lentamente.
Si se encuentra alguna alteración estructural de la boca del bebé, consulte a los profesionales del cuidado de la salud apropiados para corregir o tratar el problema. Según el tipo de alteración, el tratamiento puede consistir en cualquier cosa, desde ejercicios orales que le enseñará un terapeuta ocupacional hasta algún tipo de tratamiento quirúrgico.
Otras maneras de ayudar al bebé en caso de succión ineficaz:
Otros consejos en relación con el bebé incluyen los que siguen:

El contacto directo entre la piel de la madre y la del niño ayuda al bebé a prenderse al seno con mayor eficacia y rapidez, y contribuye a que la madre mantenga la producción de leche.
Si el bebé sabe succionar eficazmente pero no puede hacerlo de manera consistente, trate de bombear un seno mientras amamanta al niño con el otro.

Si la madre o el bebé terminan frustrándose, o si el bebé permanece mamando más de 40 a 45 minutos, puede que la madre quiera limitar el tiempo que dura la alimentación. Si se detiene cuando se siente frustrada o limita la duración de cada alimentación, dispondrá de más tiempo para extraer leche eficazmente, y quizás le resulte más fácil conservar la paciencia durante el proceso de aprendizaje.
También puede permitir que el padre del bebé u otros miembros y amigos de la familia se ocupen de la alimentación alternativa, para no verse abrumada. De este modo, podrá concentrarse en la lactancia y en las sesiones de bombeo, y disfrutar de oportunidades para abrazar a su bebé y sentir su piel.
No descarte ningún dispositivo de alimentación ni método de alimentación alternativo porque no le gustó o porque no funcionó cuando lo probó por primera vez. El dispositivo o método que no sirvió un día puede funcionar el siguiente y viceversa.
Una vez que el bebé empiece a crecer y desarrollarse adecuadamente, y su capacidad de succión nutritiva mejore, pregúntele al pediatra cuándo puede abandonar el control de peso. Pregúntele cuándo puede dejar de despertar al bebé para alimentarlo y empezar a esperar a que dé señales de que quiere recibir alimento. Averigüe también cuándo puede empezar a disminuir el suplemento de leche materna o fórmula, sin que sea arriesgado.
Sea optimista. Es normal sentirse frustrada y creer que el bebé no aprenderá nunca a amamantarse efectivamente. Es normal que algunos días parezcan una serie interminable de sesiones de práctica de amamantamiento, de alimentación alternativa y de extracción de leche con sacaleche. Es normal que su confianza sufra altibajos. Trate de no desesperarse manteniendo el sentido del humor. Piense en cuánto camino recorrieron su bebé y usted desde el parto, más que en lo que aún les queda por recorrer.
Busque ayuda. Además de mantenerse en contacto con un especialista en lactancia acreditado (IBCLC), póngase en contacto con un representante de alguna organización de apoyo de la lactancia, que le brindará abundante información y apoyo moral siempre que lo necesite.

Aumento de Peso Lento o Insuficiente del Bebé
Cómo detectar el aumento de peso lento o insuficiente:
El aumento de peso es una de las muchas señales de buena salud en un bebé lactante. A veces, un bebé perfectamente sano aumenta de peso con lentitud sólo en razón de su propio y singular patrón de crecimiento. En otras situaciones, existe algún problema que puede identificarse. Si el bebé no aumenta de peso según determinados patrones, es necesario que un médico y un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) revisen a la madre y al bebé. Para determinar si el aumento lento de peso obedece al patrón de crecimiento natural de un bebé o es el resultado de alguna otra causa, la madre deberá responder una gran cantidad de preguntas relativas al bebé y a sí misma.

No se asuste si el aumento de peso de su bebé no es el adecuado. Ya sea que el aumento lento de peso se relacione con el patrón natural del bebé o con algún otro factor, recibir la leche que usted le proporciona por medio de la lactancia sostenida o un método alternativo de alimentación favorece casi invariablemente al bebé. Además, casi todos los problemas relacionados con el aumento de peso pueden solucionarse; es posible mantener la relación de lactancia madre-hijo con la intervención adecuada.

Cómo distinguir el aumento de peso lento "natural" de un problema de aumento de peso lento:
Si un bebé aumenta de peso con lentitud por naturaleza, de todos modos aumenta de peso de forma lenta aunque continua y:

Mantiene una curva de crecimiento particular.
Aumenta de longitud y circunferencia de la cabeza de acuerdo con tasas de crecimiento típicas.
Se despierta por sí solo, se encuentra en estado de alerta, y da señales para que lo alimenten entre ocho y doce veces en 24 horas.
Tiene la misma cantidad de pañales mojados y con heces que un bebé que crece con rapidez.
En cambio, deben considerarse otros factores si el bebé:

No aumenta de peso a un ritmo de al menos media onza (15 gr) por día hacia el cuarto o quinto día después del nacimiento.

No recupera el peso de nacimiento a las dos o tres semanas del parto.

No aumenta al menos una libra (454 g) por mes durante los cuatro primeros meses (tomando como base el peso más bajo después del parto y no el peso de nacimiento).
Presenta una caída marcada en el ritmo de crecimiento (peso, longitud o circunferencia de la cabeza) en relación con la curva anteriormente registrada.
Consulte siempre con el pediatra para obtener más información.

Errores en la Lactancia
Cómo resolver los errores en la lactancia:
La causa más común del aumento lento de peso es probablemente la existencia de errores en la lactancia. Las siguientes son algunas formas de ayudar a que el bebé aumente de peso si la razón de que se desarrolle un patrón de aumento de peso lento radica en errores de lactancia.

Observe si el bebé da señales de que desea ser alimentado. El bebé debe despertarse y "dar señales" de que desea que lo alimenten aproximadamente de ocho a 12 veces en 24 horas, buscando el seno de la madre, sacando la lengua, haciendo movimientos propios de la succión, cabeceando contra el colchón o contra el cuello o el hombro de la madre, o llevándose las manos a la cara o a la boca. En esas ocasiones, ofrézcale el seno de inmediato. El llanto es una señal de alimentación tardía. Por lo general, el bebé se prende y succiona mejor si no tiene que esperar hasta empezar a llorar, sentirse frustrado o estar demasiado cansado para succionar. El hacer esperar al bebé para que transcurra más tiempo entre las veces que se le da de mamar y ofrecerle un chupete en lugar del seno cuando el bebé da señales de hambre suele estar asociado con un aumento de peso deficiente.
Muchas madres comprueban que si se desentienden de sus quehaceres y actividades por dos o tres días para dedicarse casi por completo a la lactancia, su producción de leche incrementa y el bebé aumenta más de peso. Cuando el bebé no está alimentándose, la madre puede tenerlo sobre el pecho, en contacto con su piel, lo cual suele ayudarla a desarrollar una mayor sensibilidad a las señales de alimentación que demuestra el bebé.
Si su bebé es un bebé "dormilón" que no da señales de hambre al menos ocho veces en 24 horas, deberá despertarlo para amamantarlo con frecuencia: cada dos horas durante el día, y al menos cada tres o cuatro horas por la noche hasta que mejore el aumento de peso.
Asegúrese de que su bebé no esté demasiado abrigado mientras mama. Un bebé demasiado envuelto se encuentra demasiado cómodo y caliente, y es más probable que se quede dormido rápidamente durante las alimentaciones. Si el ambiente está algo fresco, extienda una sábana o manta ligera, según sea necesario, sobre usted y su bebé.
Si el bebé se queda dormido a los pocos minutos de prenderse, dése masajes en el seno, con movimientos descendentes y hacia adentro, mientras lo amamanta para estimular nuevamente la succión.

Asegúrese de que el bebé esté prendido correctamente y succione con eficacia.
En general, evite cambiar de seno en forma alterna. Es decir, dar un seno durante unos pocos minutos, luego el otro, y cambiar nuevamente. Esto puede impedir que el bebé obtenga suficiente leche rica en calorías, de la cual el bebé obtiene mayor cantidad mientras más tiempo succione del mismo seno. Sin embargo, la estrategia del cambio a veces estimula al bebé somnoliento y hace que se despierte y empiece a succionar otra vez.
Si el pediatra lo indica, ofrézcale al bebé un suplemento mientras lo amamanta o después de hacerlo para suministrarle más calorías. Si le recomiendan que suplemente la lactancia, utilice su propia leche primero para la alimentación alternativa.
Emplee el método de alimentación alternativa que le indique un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC). Existen muchas opciones de alimentación alternativa, de modo que si la que le recomendaron no la convence dígaselo al especialista. Los métodos de alimentación alternativa incluyen:
alimentación con taza
Un sistema de tubo con un tubo especial de alimentación sostenido con una cinta adhesiva al seno o a un dedo.
alimentación con jeringuilla
Gotero.
Alimentación con cuchara.
Alimentación con biberón.

Algunos de los métodos requieren la asistencia de un profesional, como por ejemplo un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC), para usarlos correctamente. Dependiendo del bebé y de la causa del problema, algunos métodos pueden resultar mejor que otros. Además, si utiliza biberón para darle algún suplemento al bebé, consulte con el IBCLC qué tipo de chupón (tetina) emplear. Algunos tipos de chupones interfieren menos con la lactancia que otros.
Extraiga leche con una bomba después de amamantar tantas veces al día como sea posible, en especial si no tiene la certeza de que el bebé esté extrayendo bien leche cuando lo amamanta. El bombeo extraerá la leche eficazmente, de modo que sus senos sabrán que deben producir más leche. Es ideal utilizar una bomba eléctrica de uso hospitalario con el equipo de recolección adecuado para obtener la leche.
Debe pesarse al bebé con frecuencia y regularidad hasta que aumente de peso a un ritmo satisfactorio. En la actualidad, existen balanzas digitales que permiten que el profesional del cuidado de la salud o especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) obtenga datos precisos acerca del peso del bebé antes y después de alimentarse, a fin de medir cuánta leche toma el bebé en una comida determinada. Si bien esa información es de ayuda, los bebés toman diferentes cantidades en las distintas sesiones a lo largo de un período de 24 horas. Por lo tanto, el profesional puede recomendar que los padres alquilen esa clase de balanza para pesar al bebé antes y después de cada comida. También pueden sugerir registrar el peso sólo una vez al día o a la semana, dependiendo de la situación.
Si la lactancia se maneja correctamente y aun así el bebé sigue sin aumentar de peso en forma adecuada, es probable que algún otro factor esté afectando a la producción de leche o a la capacidad del bebé de mamar con eficacia. En ese caso, consulte al pediatra.

Bajada Excesiva de Leche
Si bien la mayor parte de los bebés que tienen dificultades con la lactancia tienen problemas relacionados con una cantidad insuficiente de leche, unos pocos se enfrentan al problema opuesto: recibir demasiada leche. A algunas madres les baja tanta leche que el bebé no puede ingerirla.

Si el bebé se atraganta, hace arcadas o se aleja del seno un minuto o dos después de haber empezado a comer, la causa puede ser la bajada excesiva de leche.

La mayoría de los bebés aprenden a controlar la bajada de leche a medida que maduran, pero hasta entonces se puede retirar al bebé del seno hasta que el flujo de leche disminuya. Pruebe ofrecerle un solo seno en cada alimentación. A algunas madres les resulta útil colocar al bebé de modo que la parte posterior de la garganta quede a mayor altura que el pezón; de este modo, la leche debe hacer un recorrido ascendente durante la bajada, lo cual hace que el flujo sea más lento. Otra opción consiste en tratar de bombear la leche a la bajada justo antes de amamantar.
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